Los asesinos de Noir

El doctor Travis

 El doctor Travis siempre ha sido un hombre serio en su trabajo pero bromista y tranquilo en sus descansos, aunque en algunas ocasiones le he visto comportarse raro. Algunos días lo veo deambulando sin rumo, como pensativo. La otra vez le encontré en la sala de maternidad observando a los niños recién nacidos que se encontraban en observación, pero con la mirada vacía. Cuando pasa una madre con su hijo en brazos, él se calla de golpe y parece ausente. Siempre parece intentar recordar algo pero manifiesta un rechazo interno a ello mismo. En mi opinión debe de ser las secuelas del accidente de su mujer. Tras ello, ella murió perdiendo al niño que gestaba. El doctor Travis estuvo de baja bastantes meses y un día, sin previo aviso, se reincorporó al trabajo y actuaba normal. Hicieron una reunión todos los empleados del centro hospitalario con el psicólogo que atendió al doctor. Nos explicaron que sufría amnesia disociativa o selectiva no recuerdo bien cual era. El caso es que Travis había olvidado completamente que había estado casado y que tenía una mujer embarazada que murió en un accidente, suponen que ese fue el detonante de la amnesia. También llegó con ese extraño cambio de color de pelo, pasando de su normal castaño a blanco. Todos entendimos la situación por la que debió pasar y lo apoyamos como pudimos, al final nos volvimos a acostumbrar, porque a excepción de su peinado, nada en él presentaba más cambios. Pero según he oído, el hombre era incapaz de reconocer a sus suegros, algunos parientes e incluso sus gustos habían cambiado. Muchos de los enfermeros, ayudantes y otros doctores estuvimos presentes cuando el doctor Travis lloraba desconsolado a los pies de la cama del hospital donde estuvo su esposa. Supusimos que de aquello no se recuperaría. Todos los días nos hablaba de sus planes, de cómo llamarían al bebé, de que cosas le compraría, de si se cambiarían de casa, de cuanto amaba a su mujer... Y ahora, ¿Qué quedó de él? Un hombre destrozado, que para poder seguir viviendo ha tenido que olvidar lo que lo hizo feliz antes. Una amnesia inconsciente que le protege de un pasado del que huye. Pero que puede decir una simple enfermera como yo, frente a un cirujano tan renombrado como él. Dentro de este hospital nadie duda de su profesionalidad. Ha salvado centenares de vidas. Quien hubiera pensado que la vida iba a tratar tan mal a un hombre tan bueno. 


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