Los asesinos de Noir

Experimento Clausura


La habitación pequeña, blanca, arsénica, con olor a químicos. Una sola cama donde reposaba, atado, un niño dormido. Se incorporó, sin poder levantarse por las ataduras, al escuchar una voz.

- Hola, mis queridos niños, es hora de despertar.- la voz provenía de un altavoz.- Os hemos inyectado una dosis no letal de analgésicos, para que no sintáis dolor y podías realizar vuestra misión hasta el final. Tenéis que desataros antes de que vuestros compañeros se desaten y eliminarlos si no queréis que ellos os eliminen a vosotros. Debajo de la cama hallareis varias armas elegid la que más os guste y que empiece la batalla.

Sonó una cuenta regresiva y la única puerta de la habitación se abrió automáticamente. No habían ni pasado un minuto cuando la voz volvió a resonar.

- Primera muerte, 025 acaba de eliminar a 189, quien aún estaba atado a la cama. Apuraros.

Los científicos en la sala de vigilancia observaban desde las cámaras, las acciones de los niños y niñas que allí estaban.

- ¿Cuánto ha pasado?- preguntó uno de los científicos a otro.

- Aproximadamente, tres minutos- apuntaba- y se han desatado la mitad de los especímenes.

- Pues hay ya un tercio de bajas.- anotaba otro.

- ¡Oh! Decidme que habéis grabado eso. El número 009 acaba de apuñalar a 070 en un ojo.- aplaudía uno de los espectadores.

- A ver, silencio. Usted limítese a mirar. – hizo orden el jefe de los científicos- ¿Donde esta 001?

- En el sector tres, ya ha hecho cinco bajas él solo con una daga.

- Y ¿en qué dirección va el espécimen 010?

- Pues... Aún no ha abandonado su habitación.

- ¿¡Cómo?!- se apresuró a mirar la pantalla que mostraba su posición.- ¿Hay alguno más cerca de él?

- No, por ahora no.

- Pero se puede saber que está haciendo...

- ¿No se supone que los que tenían que dar un espectáculo de batalla son esos experimentos 001 y 010?- comentó de nuevo el que era espectador de aquella masacre.- Os estáis quedando sin juguetes.

- Esta... ¿rezando?

- 009 acaba de eliminar al número A

- ¿Número A?

- Sí, era un niño sujeto externo al proceso de selección, y con lazos de amistad con el número 009. Nos interesaba comprobar que los lazos de amistades no influían cuando la orden era matar.

- Vaya monstruos que estáis creando.

- El sujeto 046 acaba de morir desangrado, la morfina modificada ha debido de hacer que no se diera cuenta de la herida que tenía. A lo mejor les pusimos demasiada cantidad...

- Sigamos con la prueba.

Los niños seguían rondando por los pasillos que conducían a otras habitaciones donde: o encontraban la muerte o eliminaban al otro. Muchas de las masacres se alargaban hasta los pasillos. Muchos preferían evitar quedarse en la habitaciones, pero en los pasillos no había donde cubrirse. Eran caminos estrechos y de paredes duras, metálicas y resbaladizas. Aquel chico lo sabía y decidió quedarse en su habitación. Sabía que lo estaban grabando, no sabía dónde estaban las cámaras pero lo presentía. Tardó más de lo pensado en desligarse de la cama. Después se arrodilló al lado y empezó a rebuscar debajo eligiendo el arma. El silencio era absoluto y allí se quedó con la respiración al mínimo, escuchando. Esperando pasos. Más de cinco minutos estuvo allí inmóvil. Y entonces escuchó los ruidos que esperaba. Sabía que no había armas de fuego por tanto el enemigo tenía que acercarse. Los cuchillos arrojadizos eran la mejor opción y la única peligrosa en manos expertas.

- Atención de los 25 que erais al inició quedáis 6 os deseo lo mejor.

Aquello perturbó al atacante. El chico aprovechó para acercarse al enemigo. Le reconoció, era uno de sus compañeros 034. Apretó los dientes y sosteniendo el cuchillo lo apuñaló en la yugular. El cuerpo inerte pegó en el suelo con un ruido hueco sobre un creciente charco de sangre. 010 arrastró a su caído compañero hasta ponerlo sobre la cama. Y él se fue detrás de la puerta esperando que el próximo que entrara fuera alguien que no conociera.

Los golpeteos de un arma avanzaban por el pasillo. Choque de metal contra metal. Ahora eran unos arañazos acompañados de gritos.

- ¡Socorro!- entró un chico arrastrándose en la habitación.

- No hay donde huir. Y tú tampoco- era la voz de una chica y mientras decía eso, clavó su arma, una guadaña, contra la puerta atravesándola.- Sal de ahí.

- Mi brazo- gritaba el chico que se había arrastrado al notar la falta de su miembro.

- Y más que te faltaran, pero primero pillaré a este otro- Esta vez la chica se lanzó contra la cama partiéndola en dos con el cadáver que había encima incluido.

El arma en sus manos era letal y rápida, la hacía girar con agilidad y no había obertura por la cual atacar. 010 permaneció en el punto ciego pero no por mucho tiempo pues el herido lo delató.

- Tú debes de ser el famoso 010. Pues no eres tanta cosa, prepárate para morir.

La niña se lanzó contra el niño que rodando esquivó el golpe, pero le rasgó un poco la ropa. Lanzó varios cuchillos en vano. Era su vida o la de ella y no parecía que fuera a ceder ninguna parte. 010 no sabía si habría de cambiar de arma, pero aun no dominaba otra. La espada se le pasó por la cabeza, pero dudaba de su fuerza. Tuvo una obertura, la guadaña quedó atorada en la pared, aprovechó para darle en las piernas. La chica no notaba el dolor pero sus piernas se doblaron. Ahí estaba, desangrarla fue el plan. No le dio tiempo a pensar nada más, cuando una daga atravesó el pequeño cuerpo de la niña. Ella, tras empezar a toser sangre, acabó desplomándose junto con el ruido del metal del arma rebotando en el suelo.

- Pensé que te había entrenado mejor. ¿Has dudado o, simplemente, querías morir?- comentó otro chico entrando.

- ¡Uno! – se puso de pie 010. –Ahora iba a hacerlo.

- No dudo de que no puedas matarla pero...- le palmeó la cabeza.- Aun te queda uno. Todo tuyo- le dio una de sus armas.

- Yo puedo.- caminó hasta el herido que se había acorrucado en una esquina.- Lo siento, eres tú o nosotros.

- No, por favor...- lloraba a lágrima viva.

De nada sirvió. No hubo clemencia.

- ¿Y bien? Ya está ¿no? Satisfechos- hablaba 001 hacia el techo.- Solo quedamos dos.

- Habéis cumplido, pero el único que ha pasado ha sido 001, con diez muertes, mientras que 010 uno de los que más esperábamos solo ha hecho dos. Satisfechos poco. 001 puedes descansar, 010 vuelves a la sala del laboratorio.

- Otra vez no, por favor, no allí.



¡ALLÍ NO!



- Crow ¿Estás bien? Estas sudando- secaba la frente del chico, Aurora.- ¿Estas despierto?

El chico agarró la mano de la chica y la tiró hacia él. Ambos tumbados en la cama. El calor de otra persona calmó a Crow. Abrió lentamente los ojos. Desde la ventana entraban ligeros rayos de luz. Se había quedado dormido mientras le leía una historia a Aurora.

- Yo también tengo a veces pesadillas. Y siento que lo que necesito en esos momentos es un abrazo- comentó mientras se abrazaba al chico.- ¿Hum? Te has vuelto a quedar dormido vestido con tu traje de trabajo.- Crow solo respondió acariciándole la cabeza- Vayamos a tomar un helado, he oído en la radio que hay nuevos helados en la crepería que hay frente al parque, recojamos algunas flores, y después visitemos a Reina ¿vale?

Crow asintió posando su barbilla sobre la cabeza de lachica. Aurora sonrió satisfecha.    


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